Cita Iniciado por foxdemox Ver mensaje
Si los Derechos están muy bien, escritos en el papel y publicados en el BOE.

Luego está la realidad. Una realidad es que hay más mujeres con título universitario que hombres. Lógicamente los titulados universitarios están llamados a ocupar los puestos de trabajo más cualificados de las empresas.

https://www.google.com/amp/s/www.ele...a-un-2-en-2019

La presencia de mujeres en los consejos del Ibex 35 sólo aumenta un 2% en 2019

La presencia de mujeres en los consejos de administración del Ibex 35 ha aumentado solo un 2% en 2019 con respecto al año anterior, lo que equivale a 120 cargos, el 26,4% del total de consejeros, según el estudio de WomenCEO.
Lo dicho entonces, no hay ningún tipo de discriminación legal; y es ilegal a todas luces tratar de un modo menos favorecido a una mujer por el simple hecho de serlo, pudiendo llevarse a los tribunales a cualquier empresa o empresario por todo lo que has mencionado.

Por otra parte, como decía un compañero, las mujeres y los hombres somos diferentes por naturaleza y con gustos y objetivos diferentes, de igual modo que ellas acaparan prácticamente la carrera judicial, sanitaria e incluso de educación, los hombres parece que preferimos en mayor proporcion que ellas, las rama de ingenieria, ciencias, informatica o matematicas, eso no es malo,negativo ni injusto, es cuestión de gustos. La sociedad no tiene la culpa de que la mayor parte de las personas de un sexo prefiera una cosa mas que otra. Lo que si es negativo y peligroso es tragarse toda la propaganda de que esto es así por que de chico te regalaron un balón mikasa y a ella una barbie aunque los niños hayan pedido eso por reyes.

Y por ultimo contestando a tus enlaces y estadísticas, la presencia de mujeres u hombres en los negocios es o debe ser directamente proporcional a la competitividad de ellos y ellas en los mismos, quedando siempre abierta la vía judicial con la legislación existente en España, si se interfiriese negativamente en los méritos laborales de una mujer por el simple hecho de serlo, negandole ascensos o puestos de cargo; No repartir cargos o direcciones de empresa en función de aumentar la plantilla del sexo menos favorecido, porque eso tiene un nombre y una ideología concreta.