Cita Iniciado por pastor Ver mensaje
Y otros cuando ascendieron dejaron de querer tener amigos por eso mismo por ascender, por sentirse superiores a los que antes eran amigos, por egocéntricos, narcisistas, por creerse los amos del mundo y sobre todo del cortijo . . . . y donde criticaban al antiguo comte de puesto ahora no permiten la crítica sin pararse a pensar si esta es constructiva o no lo es. . . . . lo voy a decir más claro . . . alguno no tienen ni **** idea de lo que es la psicología del mando y si de las malas maneras y formas..... para ellos todo el cortijo les pertenece incluidos efectos varios . . . no aceptan consejos del inferior aunque vayan encaminados a favorecer el perfecto engranaje de la unidad . . . . son soberbios . . . solo con que sufras esas cualidades de uno de ellos te bastará para alejarte del resto . . . ese es el efecto del militarismo aplicado a un cuerpo netamente policial . . . . . donde a partir de suboficial dejas de salir la calle a realizar el servicio con tus compañeros y te aislas en una oficina . .. . donde prima más el saludo militar que el buenos días y tomarse un café con el inferior ¿acaso el mando da ese paso para perder esa soledad? . . . mi respuesta es NO. . . . y sigo pensando que esa soledad es buscada por el propio mando como línea de separación entre mando y subordinado.
Esa es tu opinión, nada más, respetable, pero tu opinión, porque se podría decir lo mismo por la otra parte, no llevarse bien con el mando por ser un vago un inutil un mueble un pasota un déspota un creerse saberlo todo...pero eso sería generalizar, y hay guardias que son unos maravillosos profesionales y personas, buenas personas, como mandos que también lo son, desgraciadamente en cada escala hay gente que hay que echarles de comer aparte, pero en la sociedad igual (aaaaah que también somos parte de la sociedad, se me olvidaba) pues eso que en todos los sitios hay hijos de su padre y de su madre pero no hay que generalizar, y por tus palabras debes haber tenido unos malos mandos, lo lamento, se puede apreciar en la rabia y desdén que se observa entre lineas